"Es difícil imaginar cómo esta pobre niña descalza y del campo pudo, vestida con una armadura, liderar al ejército francés, pero también vivimos en una era en la que somos conscientes del poder del populismo", asegura Seidel. Beatificada en 1909 y canonizada en 1920, el legado de Juana de Arco como figura santa y heroína nacional quedó asegurado, culminando en su canonización y patrocinio de Francia. Las visiones de santos de Juana de Arco, incluyendo San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita, jugaron un papel crucial en su decisión de unirse al ejército francés.
Juana, llena de paciencia, juventud, ingenuidad y fe, empezó a impacientar a sus jueces sin contradecirse jamás ni contestar al margen de la más pura ortodoxia. De esta forma, el proceso inquisitorial que se preparó contra ella en Rouen tendría un carácter religioso y no político. Cauchon eligió con habilidad entre sus amigos los jueces eclesiásticos que formaron el tribunal. Sin https://infoscout.cl decir nada a sus padres, Juana se dirigió a Vaucouleurs, lugar situado a dieciséis kilómetros de su aldea, en compañía de un tío suyo.
Desde su infancia humilde en Domrémy hasta su trágica muerte en la hoguera, cada etapa de su vida estuvo marcada por un propósito divino y un indomable liderazgo. Su acción durante la Guerra de los Cien Años no solo transformó el destino de Francia, sino que también dejó huellas imborrables en la historia de la humanidad. En mayo de 1430, durante la Guerra de los Cien Años, Juana de Arco fue capturada por las tropas borgoñonas en Compiègne, mientras lideraba un ataque contra los enemigos. Esta captura fue un golpe devastador para el ejército francés y para la propia Juana.
La guerra de los cien años
A través de este análisis, hemos visto cómo la vida de Juana de Arco es un testimonio del poder de la fe, la valentía y la perseverancia en la búsqueda de la justicia. Juana de Arco nació en Domrémy, Francia, en el año 141Desde muy joven, mostró un profundo sentido de la fe y una dedicación inquebrantable a su país. A los 17 años, Juana comenzó a tener visiones divinas que le decían que debía liderar al ejército francés en la lucha contra los ingleses, quienes ocupaban gran parte del territorio francés en ese momento. A los 17 años, afirmó haber tenido visiones divinas que la instaban a luchar contra los ingleses. Se unió al ejército francés y lideró varias victorias antes de ser capturada y condenada a muerte por herejía.
Juana y su familia lograron huir, pero este hecho parece haber sido el que motivó su entrevista con el capitán Robert de Braudicourt en Vaucouleurs y el que determinó su intención de viajar a Chinon para encontrarse con Carlos y luchar contra los ingleses. La Guerra de los Cien Años estalló en un momento en que el rey de Francia había recuperado la autoridad sobre la mayor parte del territorio y confiscó en 1337 el ducado de Guyana que conservaban los ingleses. Hasta donde se pudo reconstruir, Juana era la cuarta de cinco hermanos (tres hermanos mayores y una hermana menor, aunque de esta no existen datos claros). Si bien Juana debía ocuparse de tareas domésticas y campesinas, su familia no atravesaba penurias económicas gracias a la posición social de su padre en la aldea. Algunos años después el escultor reemplaza el caballo original de la pieza, un caballo parisino, por una copia del caballo de Nancy, esta acción acarreó muchas críticas que fueron lanzadas directamente a su obra y a él mismo como artista. El 30 de Mayo de 1431, a Juana De Arco la visten con una túnica y posteriormente la llevan a la plaza del Viejo Mercado de Rouen donde tras leérsele su sentencia es llevada a la hoguera.
- Sin embargo, ella se mantuvo firme en su fe y en la veracidad de sus experiencias.
- Amenazada con morir en la hoguera, se retractó de su afirmación de haber sido dirigida por Dios para liberar a Francia, pero sus visiones volvieron a ella y la denunciaron por intentar salvar su vida a costa de la verdad.
- En 1428, en medio del asedio inglés a Orleans, Juana intentó unirse a las fuerzas del Príncipe Carlos pero enfrentó un rechazo inicial.
- Hoy en día, Juana de Arco es recordada no solo como la Doncella de Orleans, sino como un símbolo de valentía y fe, especialmente entre los movimientos feministas que ven en ella una inspiración en la lucha por la igualdad y la libertad.
- Su legado ha perdurado a lo largo de los siglos y ha sido objeto de numerosas obras literarias, artísticas y cinematográficas.
Enrique VIII de Inglaterra
Fue una mujer de profunda fe, que creía haber recibido una visión divina en la que Dios le encomendó la misión de salvar a Francia de la ocupación inglesa durante la Guerra de los Cien Años. Esta visión la impulsó a tomar un camino extraordinario, desafiando las convenciones sociales y las expectativas de su tiempo. Sin embargo, después de informar a Carlos de su misión divina, finalmente él le confió el liderazgo de un ejército de 5,000 hombres. El liderazgo de Juana resultó en la liberación del asedio de Orleans en mayo de 1429 y una serie de campañas victoriosas que allanaron el camino para la coronación de Carlos VII en Reims el 17 de julio de 1429. Con un ejército de cinco mil hombres, Juana de Arco logró victorias notables, incluyendo levantar el asedio de Orleans y asegurar la coronación del delfín como Carlos VII de Francia. Juana de Arco lideró al ejército francés en la lucha contra los ingleses durante la Guerra de los Cien Años.
Gracias a sus habilidades estratégicas y su liderazgo carismático, Juana logró liberar varias ciudades y ayudó a coronar al rey Carlos VII en Reims en 1429. Llevando su estandarte en alto Juana De Arco derrota a Patay finalmente llegan a Reims donde Carlos es coronado como rey asumiendo ahora el nombre de Carlos VII rey de Francia. Gracias a la ayuda y el valor de esta joven mujer finalmente Francia regresa a ser comendada por quien correspondía, algo que ayudó de gran manera al país que fue el inicio de lo que sería el final de aquella tan despiadada guerra que perduró por más de cien años. Desde una edad temprana, afirmó haber experimentado visiones y escuchar las voces de santos, como San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita, quienes la instaban a liberar Francia de la ocupación inglesa. Estas experiencias marcaron profundamente su vida y la llevaron a asumir un papel crucial en la historia de Francia. La narrativa de Twain nos lleva por el viaje de Juana de Arco desde su humilde origen hasta su papel crucial en la Guerra de los Cien Años, donde lideró al ejército francés hacia importantes victorias contra los ingleses.
A pesar de sufrir el rechazo del príncipe Carlos en múltiples ocasiones, la delicada situación que atravesaba Francia en esos momentos obligó al futuro monarca a confiar en la guerrera. Juana de Arco lideró desde entonces una milicia de más de cinco mil hombres, que consiguió derrotar al enemigo y levantar el cerco de Orleans. Una importante victoria que permitió en 1429 la coronación de Carlos VII de Francia. Nació en Domremy, un poblado humilde al este de Francia en una familia campesina acomodada, aproximadamente en el año 1412. El nombre de su padre era Jaime de Arco; su hija Juana de Arco creció en el campo y no sabía leer ni escribir; sin embargo recibió de su madre una instrucción religiosa que le permitió desarrollar su fé en el cristianismo. Se dice que durante este período era apreciada por la comunidad por ser una niña muy devota y amable, quien se confesaba cada vez que podía y cuya meta era no cometer ningún pecado.
Fue acusada de herejía, brujería y otras ofensas, siendo el cargo más significativo el de vestir con atuendos masculinos. Otro hito importante fue la coronación de Carlos VII en la catedral de Reims en julio de 1429. La coronación, un paso crucial para la legitimidad del monarca francés, fue facilitada en gran medida por los esfuerzos de Juana. El juicio de Juana de Arco y su rehabilitación posterior han sido temas de numerosos estudios históricos, legales y teológicos. Su vida y su sacrificio continúan siendo objeto de debate y reflexión, representando la lucha por la justicia y la verdad en medio de la adversidad. En definitiva, "Juana de Arco. El Corazón del Verdugo" es una novela apasionante que nos ofrece una nueva visión de uno de los personajes más fascinantes de la historia.
Juana de Arco decía oír voces que le hablaban, diciéndole que era una mujer especial y que tenía por delante una misión encomendada por Dios. Proclamó de nuevo, a la faz de los ingleses exasperados, que las voces que oyó y las visiones que tuvo eran de Dios. Cuando le anunciaron que le había llegado la hora de morir y que iba a perecer en la hoguera, aquella niña de diez y nueve años tuvo un instante de desesperación.
Muchos historiadores consideran que fue un juicio político disfrazado de proceso religioso, destinado a desacreditar a Juana y, por extensión, al rey Carlos VII. El 30 de mayo de 1431, Juana de Arco fue quemada en la hoguera en la plaza del Mercado Viejo de Ruán. En el año 2003, la escritora María Elena Cruz Varela nos introdujo en una apasionante historia histórica y de aventuras a través de su libro "Juana de Arco. El Corazón del Verdugo". Esta novela nos sumerge en los entresijos de la vida de Juana de Arco, la Doncella de Orleans, veintiún años después de su trágica muerte en la hoguera.
Pero su madre que era muy piadosa le infundió una gran confianza en el Padre Celestial y una tierna devoción hacia la Virgen María. Cada sábado la niña Juana recogía flores del campo para llevarlas al altar de Nuestra Señora. Cada mes se confesaba y comulgaba, y su gran deseo era llegar a la santidad y no cometer nunca ningún pecado. "Los ingleses querían que no quedase ninguna señal de ella, ninguna reliquia que pudiera ser rescatada y que pudiese inspirar un movimiento religioso en su nombre".
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